El amor que das, la atención para ayudar a potenciar los talentos natos de tu hijo, apoyo incondicional, son cosas que el dinero no puede comprar.
Pero si hubiera recibido $300,000 mxn (por poner una cifra) a mis 18 años de edad, hubieran ayudado bastante a impulsar mis ideas.
Si mis padres no lo hicieron por mí no fue por falta de amor, porque de eso recibo mucho, sino por desconocimiento y porque sus circunstancias no se los permitieron.